Ser joven es un estado fugaz, la juventud debe ser algo más que estar momentáneamente libre de cargas y sin afán por aprovechar el tiempo al creer que aún queda de éste por desperdiciar; salir de ella es cómo estar en primaria y pasar a la universidad o como estar soltero y pasar a estar comprometido; un estado que se va pronto; un día está y luego se recuerda, porque ya se ha ido; entonces es importante que aprovechemos encontrarnos en él, para iniciar desde ahora a tomar hábitos de responsabilidad con lo nuestro, de organización del tiempo para que éste no nos maneje; y sobre todo hábitos de interés en aquello importante que nuestra sociedad abarca, porque somos parte de ella y en pocos años estará en nuestras manos, hay que tener claro que aunque jóvenes podemos influir. 

Como jóvenes usualmente pretendemos librarnos de las responsabilidades cómo si al pasar al siguiente nivel, pudiésemos librarnos de pagar cuentas, de atender a nuestros hijos, de luchar y de picarnos las manos; pero aunque ese sentido de pertenencia que se necesita para llegar a la verdadera madurez de la que hablamos los jóvenes todo el tiempo, lo vayamos adquiriendo poco a poco; sería bueno ser independientes, diligentes y objetivos desde ya, sin perder eso que vale oro.

Muchas veces preferimos sumergirnos en el deleite de la tecnología, de las pasiones desaforadas, relaciones estériles, en lo vacío de las fiestas, lo ilusorio de la moda, lo superficial de las “amistades”

En determinadas ocasiones, los jóvenes creemos que por nuestra corta edad y experiencia no tenemos voz ni voto en las grandes problemáticas que no son pocas en nuestro país, o simplemente la ignorancia nos gana, haciéndose pasar por pereza, y esto es causado por que no tenemos un criterio formado, no tenemos metas y objetivos claros, no queremos hacernos cargo de nuestra vida ni plantear un proyecto para hacer lo mejor de ella.

Debemos descubrir qué es eso que han aportado a nuestra vida las generaciones pasadas y que dejaremos de aporte para las futuras, hacernos útiles en nuestra sociedad y saber que avanzar depende solo de nosotros, hay que tomar la decisión de lanzarnos al mundo real y dejar de fantasear mientras pasan las horas, porque un día entre análisis y reflexiones descubriremos que después de todo, lo único que nos quedó fué el conocimiento, los logros, el proyecto de vida realizado y esas experiencias que valieron la pena.

Finalizando, puedo concluir que es importante, que cómo jóvenes estemos informados de temas que nos aporten valiosos conocimientos relacionados con nuestra cotidianidad; por eso como dije al principio, tomemos hábitos desde nuestro “Estado” (De juventud), tomemos las riendas de nuestra vida como verdaderos jóvenes ya casi adultos y sigamos avanzando por ese porvenir caótico.